Me encanta ir a cenar a Vilita. Con mi esposo, se nos hizo impresindible hacer esa escapa en la semana, y estar en este lugar, tan calido, tan rico; donde la muy buena onda que ponen sus dueños, Atilio y Jorge, es incomparable. No solo se preocupan por el cliente, si no que se ocupan. Ademas la ambientacion que le dieron al lugar, con objetos raros o antiguos, da ese toque de nostalgia, que siempre algun recuerdo te trae, los recomiendo ampliamente, podes comer desde tacos mexicanos, hasta una trucha de lo mas elaborada, sin olvidar sofisticados postres. No se lo pierdan