Tienes razón. Y Casimiro, en dos últimas visitas, siendo clientes de años, algo ha cambiado. Dos veces, ya no es casual.
O pagan poco al personal, o eligen mal a las mozas, o las entrenan para el demonio. Pero como si las ratas fueran pocas en la calle, la atención adentro es cada vez peor. Una lástima, era un lugar visitado en eventos tranquis, inclusive con amigos que ya no están…
Si el placer de los recuerdos se pierde por mala atención, no da para volver nunca más, y avisar a quien quiera escuchar, como sabemos hacer, boca a boca... platos mal servidos, ingredientes prometidos que nunca llegan, personal desbocado… ir a otro lugar. que por suerte, en Rosario, hay otros.
Nuestro grupo, cuando algo se repite, lo comunica.
