Un rincón gastronómico de auténtica tradición coreana es lo encontramos al ingresar en Mido. Espacio pequeño e informal, sin pretensiones en cuanto a la decoración, donde lo primordial es el respeto a la tradición gastronómica de sus preparaciones.
Uno de los atractivos más interesantes de Mido es que cada mesa cuenta con una plancha caliente en la que los comensales cocinan los trozos de carnes y verduras que traen los mozos. Además, ofrecen distintos platos que van saliendo de la cocina e incorporándose a las mesas a medida que transcurre el almuerzo o cena, entre los que se recomienda especialmente el Kimshi.
La atención es eficiente y rápida y los precios resultan muy buenos. Mido abre sus puertas todos los días al mediodía y a la noche.