Pesima calidad de atención. Me diriji a preguntar por el libro "Ética de las Profesiones Jurídicas" de Sebastian J. Cosola, editorial Ad-Hoc. Quien me atendio, una mujer joven, rubia, me dijo que no tenían en stock pero que lo traían y salía $300. Aduje que por el tamaño del libro no podía salir ese precio, y me contesto sobrandome que "los libros de derecho salen caros". Me retire, pase por una YPF a tomar un cafe y me puse a buscar el texto en internet, por los precios....Encontre el libro en una librería de la ciudad de Tucumán (linda página web, pero no decía de donde era). Llame al número que figuraba en la página, me atendió un señor muy amable que me indico que tenían el libro y costaba $150, que eventualmente me lo podían enviar a Junín con un costo de $200.... Desde Tucumán me lo cobraban la mitad (50%), y se me encarecía hasta el 66% por el envio. De todas formas me recomendo contactarme con la editorial que está en buenos aires. En la web http://www.adhoc-villela.com/catalogo.html encontre el libro con un precio de $140, llame y consulte si era precio a consumidor final. Me respondieron afirmativamente y que podía pasar de lunes a viernes por Viamonte 1450 (Capital) para retirarlo personalmente. Entonces en Magna-Dixit me quisieron cobrar el doble del precio a consumidor final. Volví a la librería. La rubia ya no estaba sola, había otros empleados y me atendió uno muy simpático, mientras ella permanecía en el fondo del local. Como quien me atendió no sabía de precios, le consulto a ella, que visiblemente molesta chequeo en internet y ofendida con gestos exagerados respondio $210, haciendo señas de "me harto". Entonces pedí hablar con el dueño, que no se encontraba. Le referí a quien me estaba atendiendo que me había comunicado con la editorial, que sabía el precio real del libro, y que inclusive $210 es sencillamente una estafa lisa y llana. Además del maltrato en la atención al cliente que me proporcionara la mujer que me atendiera más temprano. Así que ha los potenciales clientes, a abrir los ojos. Chequear antes de consultar por internet el precio del libro que desean adquirir, para ir informados y saber si el precio es acorde o razonable. Pude detectar fácilmente la maniobra de "abuso de posición dominante" por la sencilla razón de que recorro con frecuencia librerías, atendidas por auténticos libreros que buscan obtener dinero lícito acercando la cultura. En este caso, parece tratarse de un simple comercio de timadores, aunque de todas formas no puedo aseverarlo por no haberme contactado con el dueño del lugar. Quiza sólo fue una típica avidada de quien es responsable de ventas. Por lo pronto, no puedo darle el lujo de denominarlo "Librería", le queda grande el título. Espero que la oficina de Defensa del Consumidor de la Municipalidad de Junín tome cartas en el asunto. Consumidores, y estudiantes, por las dudas esten atentos
16/04/12 14:59 hs