Me sorprende como porteño que haya todavía jovenes educados que atiendan tan amablemente a los comensales como me sucedió a mi y mi esposa e hija cuando almorzabamos y cenabamos en ese restaurant se debe destacar a los mozos (uno de anteojitos y otro alto) cuando nos retiramos el último día el de anteojitos nos obsequió una botella de vino, con la cual brindamos por él el día de pascuas, FELICIDADES Y SIGAN ADELANTE ASI, POR MI PARTE LOS VOY A RECOMENDAR CUANDO ALGUN AMIGO VAYA POR ESOS LARES -